Nada más llegar al valle de Benasque, a la altura de Castejón de Sos quedando en la margen izquierda del río Ésera, emerge el pico Gallinero. La cara Sur del Pico Gallinero es la que vemos nada más llegar al valle, conocida sobretodo por los aficionados al parapente, pero la que más se conoce es su cara Norte ya que es la seña e identidad de la estación de esquí de Cerler. Sin duda es su factor diferenciador permitiendo a los esquiadores deslizarse desde los 2.630 metros de altura en donde finaliza el telesilla con el mismo nombre.
La ascensión al pico Gallinero (2.728 metros) es una de las mejores excursiones para iniciarse en el esquí de travesía. Ello es debido a que discurre por las pistas de la estación de esquí de Cerler sin obligarnos a hacer apenas diagonales salvo en el tramo final.
La excursión se puede iniciar en Cerler 1.500 o en Ampriu. Dependiendo de lo avanzada que esté la primavera y las nevadas valdrá más la pena desde un parking o el otro. Desde Cerler 1.500 se ascenderán 1.228 metros de desnivel mientras que desde Ampriu se partirá desde 1.912 metros sin la nieve llega a su parte baja ascendiendo 816 metros.
El nivel de dificultad técnica es fácil, salvo la parte final de la ascensión, desde el final del telesilla a 2.630 metros, desde donde posiblemente se deban utilizar las cuchillas y tener suficiente nivel técnico como para desenvolverse en las diagonales con facilidad. Este último tramo es de tan solo 98 metros de desnivel, apenas un cuarto de hora.
Desde la cumbre tendremos unas impresionantes vistas de todo el valle, flanqueado al Norte por el Pediguero y Aneto, al Oeste por el Posets y al Sur por el Turbón.
El descenso se puede hacer por el mismo itinerario de subida o descender por alguna otra zona como podría ser Canal Amplla. Esta última zona es la más suculenta pero hay que ser muy cauto con el riesgo de aludes. A pesar de llevar el ARVA, sonda y pala nunca hay que olvidar el sentido común, precaución y respeto por la montaña.